viernes, 15 de junio de 2012

J. J. Armas Marcelo entrega el manuscrito de su última novela en la Casa-Museo Pérez Galdós


J. J. Armas Marcelo hizo entrega a la Casa-Museo Pérez Galdós el pasado miércoles, 13 de junio, del manuscrito de su última novela publicada por Edhasa, La noche que Bolívar traicionó a Miranda, prosiguiendo con el ciclo denominado Archivos literarios que inició este museo a principios de este año el autor Emilio González Déniz.


Un acto presidido por Larry Álvarez, Consejero de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria; Oswaldo Rodríguez, Catedrático de literatura Hispanoamericana de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y, J. J. Armas Marcelo.


Todos destacaron la consolidada trayectoria literaria del autor, al tiempo que realizaban una valoración de su última novela para, posteriormente, establecer un pequeño diálogo con el numeroso público que asistió al acto.
De lo allí expuesto, he de destacar la aportación de Oswaldo Rodríguez que se ciñó a la obra, mostrando a los lectores un resumen y pequeño análisis de los protagonistas de la novela; una novela que, como manifiesta, puede relacionarse con la nueva novel histórica hispanoamericana que invita a los lectores a revisar la Historia de Venezuela, así como a una reflexión acerca de las ansias de poder que terminan por destruir a Bolívar. Una novela que, claramente, muestra la decadencia de sus protagonistas en el proceso de lectura.


El propio autor, nos deleita con algunas de las anécdotas que a lo largo de sus veinticinco años de investigación y estudio acerca de la figura de Francisco de Miranda, le sucedieron. J. J. Armas Marcelo, señaló que ha invertido un cuarto de siglo en escribir este libro; afirmó haber manejado copiosa documentación existente sobre el tema por la que la historiografía oficial bolivariana “ha pasado de puntillas. Lo importante de esta novela es que narra esos mismos hechos pero no desde la perspectiva tradicional, sin ese respeto sacramental hacia Bolívar. Su gran diferencia es que Bolívar era un hombre del poder, mientras que Miranda lo es de la libertad. Y yo, por supuesto, me identifico más con el segundo”, manifiesta J. J. Armas Marcelo. Asimismo, manifiesta que leyó “muchas de las biografías escritas de Miranda, desde la de Mariano Picón Salas a la de Polanco Alcántara, pasando por la de Chirinos... Empecé la novela más de diez veces a lo largo de estos últimos veinticinco años. En medio afronté otros muchos títulos que escribí cuando dejaba la novela de Miranda para volverla a empezar un tiempo después y dejarla de nuevo”. 


J. J. Armas Marcelo avanza que Miranda escribió a partir de sus veinte años hasta los sesenta y dos, un grande e inmenso material sobre el Siglo de las Luces. “El archivo de Miranda se titula la Colombeia. Empecé por leerme todo ese gran archivo, para conocer al personaje de cerca. Luego visité lugares, como La Carraca, donde murió, en Cádiz, España, en más de diez ocasiones, París, San Petersburgo, luego estudié las biografías de expertos e historiadores y después tuve que encontrar el camino para escribir esa pasión que me carcomía obsesivamente: la tragedia de Miranda; la libertad frente al ansia de poder de Simón Bolívar”. El trabajo de escritura de la novela del canario no se detuvo ahí. “Tuve que estudiar también la historia de América Latina y de Venezuela, historia y relatos de ficción, y después de todo eso, cuando supe que ya conocía bastante al personaje, su tiempo y su vida, después de ir a su casa en Londres, que hoy es la casa de Venezuela, me puse lentamente a la tarea de escribir esta novela en la que la ficción es más importante que la documentación histórica”, dice.
De pocos hombres como de Miranda podrá decirse que tuvieran la suerte de conocer a casi todos los grandes personajes de su tiempo, pero la azarosa vida sentimental, militar y política del general Miranda lo llevó a tratar de cerca a Catalina la Grande, a George Washington, a William Pitt, a Samuel Adams, a Gregori Potemkin, a Thomas Alexander Cochrane, a Napoleón Bonaparte…, y sobre todo a Simón Bolívar, de quien acabaría por convertirse en enemigo íntimo. Como no podía ser de otra manera, el cadáver de Francisco de Miranda, poseedor de una mítica biblioteca y de una no menos mítica colección de vello púbico de sus numerosas amantes, nunca se localizó: perfecto colofón a una trayectoria vital legendaria. No obstante, la participación de Miranda en la toma de Pensacola (1781), su intervención en la Revolución francesa o su frustrante lucha por la independencia de los países americanos son aquí sólo mojones en un camino cuyo recorrido es también una apasionante exploración de la memoria en sus más diversas manifestaciones (la memoria afectiva, la intelectual, la histórica), así como una radical investigación sobre el concepto de traición. 
Destacar, además, que el autor no quiere hablar de novela histórica para referirse a su última obra, La noche que Bolívar traicionó a Miranda. J. J. Armas Marcelo, prefiere hablar de un libro de historias lleno de inexactitudes que al fin y al cabo de eso se trata al elaborar una novela histórica. En definitiva, lo que el autor trata de hacer en esta novela, es dar habida cuenta de lo que sucedió entre las dos de la madrugada y las siete; cinco horas que tienen un vacío en los documentos históricos a los que ha recurrido J. J. Armas Marcelo durante veinticinco años y que constituyen el universo ficcional de esta novela.  

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